martes, 1 de noviembre de 2016

CUANDO EL RELOJ MARCA LA UNA, LOS ESQUELETOS SALEN DE LA TUMBA...

Me encantaba esa canción de pequeña y este año de eso iba mi fiesta de Halloween, de esqueletos. Y esto gracias a que a mi peque sus abuelos le regalaron un pijama de esqueleto, así que me puse manos a la obra. Si que es verdad que esta vez no hice mucha manualidad debido a que todavía no tengo la casa del todo organizada y no quería añadir más lío. 


Y así quedó la mesa para la cena. La preparé con dos niveles, abajo lo salado y arriba lo dulce. El fondo lo decoré con una guirnalda, como no, de esqueletos.  Y el borde de la mesa con espumillón que compré para la mesa dulce de pesadilla antes de navidad

Pero antes de llegar aquí, a los invitados los recibía un muerto algo vivo jiji. 


Esta tumba la hice con una caja de cartón (para la mudanza tuve que coger muchas jaja) y la forré con papel gris. Le puse las siglas RIP y una cruz con papel negro y le puse una mano de esqueleto simulando que "el de dentro" quiere salir.

Para la cena preparé salchichas envueltas en hojaldre. Ya las hice un año y triunfaron mucho, así que como le gustaba a todo el mundo las volví a hacer. Es muy sencillo, en esta ocasión corté las salchichas por la mitad y con tiras de hojaldre (yo compré la masa ya hecha) las fui envolviendo. Luego con un pincel les unté un poco de huevo batido por encima y al horno unos 15 o 20 minutos a 200 grados. Para adornar coloqué un jarrón con unas rosa-calavera y encima de las salchichas unos esqueletos.


 Luego puse rebanadas de pan presididas por una calavera con la lengua muy larga jiji. El relleno que era queso, chorizo, jamón... lo puse en el centro de la mesa de los comensales para que cada uno cogiera lo que más le gustara.


También hice unas brochetas de pollo con verduras. A algunas les puse unos esqueletos de adorno.


Para la parte dulce puse en unas cajitas palomitas de maíz


Los cupcakes y galletas no podían faltar. Los cupcakes eran de bizcocho de almendra con nata o trufa. Además conseguí unas calaveritas de regaliz que les quedaban genial.


Las galletas como siempre de margarina y decoradas con glasa. Esta vez fueron tumbas y calaveras. Para las tumbas como no tenía cortador lo que hice fue utilizar un cortador de rectángulo y luego una circular para dar forma a la parte de arriba.


Y por último la tarta, que era de súper chocolate, bizcocho de chocolate y ganache para el relleno y cobertura. De adorno puse unas tumbas de chocolate blanco en las que escribí "RIP", "Muerte por chocolate" y "Sobredosis de dulce" con rotulador de tinta comestible. Delante de ellas hice unos pequeños surcos y con una mezcla de galletas molidas y cacao simulé la tierra. Luego puse unos esqueletos como si salieran de la tierra. Uno de pie y al otro le quite las piernas y lo clavé en la tarta como si estuviera todavía saliendo de la tumba.


Yo no pude perder la ocasión de disfrazarme, así que me hice uno a juego con mi hijo. A una camiseta y unos leotardos le cosí unos huesos que hice con fieltro. Y así quedó, ya veis que no hace falta gastarse dinero para disfrazarse.


Y para alumbrar la velada mi marido hizo una calabaza de Halloween muy chula, le quedó bien ¿no?


Espero que os haya gustado y que esa noche os lo pasarais muy bien, yo gracias a mi familia me lo pasé genial. Os adjunto la invitación que realicé. La añado también sin letras por si la queréis para hacer los letreros de la mesa. Hasta la siguiente entrada.






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