domingo, 28 de enero de 2018

COMO PEZ EN EL AGUA

Ya he vuelto. Ya se que últimamente me cuesta más publicar entradas, perdonarme, pero es que son demasiadas cosas a la vez, pero intentaré como mínimo dejaros una mensual.

La entrada del mes de enero va de pececillos y es que me han inspirado los nuevos integrantes de la familia. No sabéis como disfruta mi hijo mirándolos. Y de tanto observarlos pues se me ocurrió esta idea.

Son cakepops en forma de pez y que además de comerlos pueden servirnos para indicar a cada comensal donde debe sentarse.



Como veis en cada copa he añadido una etiqueta donde he escrito el nombre del invitado. A mi me parece que queda muy gracioso y es una forma muy original de hacerlo. Al final de la entrada os dejo el enlace para que os guardéis las etiquetas. Sólo hay que recortarlas, ponerlas alrededor de la copa y pegar las dos partes.


Ya sabéis que siempre intento hacer cosas muy sencillas y estos pececillos no son la excepción. Como siempre coged la receta del bizcocho que más os guste y hornear los cakepops. Yo prefiero hacerlo así a desmigar un bizcocho y añadirle crema. Una vez fríos derretimos chocolate blanco, lo teñimos (siempre con tinte liposoluble) de morado suave, mojamos los palitos y los clavamos en nuestras bolitas. Dejamos que se endurezcan para poder trabajar sin peligro a que se nos desprendan. Mientras preparamos el resto de detalles.


En esta ocasión vamos a necesitar cinco colores de fondant. Yo lo que he hecho es coger blanco e ir tiñendo con rojo las diferentes tonalidades que quería. Hacemos con cada color un churrito.
Los ponemos bien juntos y aplastamos con un rodillo, así se nos quedarán bien pegaditos y planos. Con un cuchillo o cortador hacemos triángulos, para cada pez necesitaremos tres. No os preocupéis si os quedan desiguales, parecerán más naturales.
Ahora es el momento de sumergir nuestro cakepop en el chocolate y bañarlo. Le quitamos el exceso de chocolate y antes de que se seque del todo le ponemos dos de los triángulos a cada lado y uno detrás a modo de aletas.
Por último añadimos los ojos (pueden ser de fondant pero yo lo pongo de azúcar que es más rápido) y la boca que es un sprinkle de corazón.



No me digáis que no son adorables estos pececillos. 

Para la presentación cogemos copas, hacemos un fondo marino y los introducimos. A mi me encantan y además de decirte dónde te sientas, los puedes saborear jiji.

Por último os quería comentar cómo hice el fondo de las copas. Después de darle vueltas opté por teñir arroz.


Cogemos el arroz, lo ponemos en un recipiente, echamos colorante alimenticio azul y damos vueltas hasta teñirlo. No tiene que quedar muy uniforme porque los diferentes tonos le dan un toque más marino. 
Otra opción sería poner sprinkles azules o lacasitos. Si son pocos invitados es buena idea, pero si son muchos puede salir algo caro y creo que la idea del arroz es muy asequible. Eso si, dejar que seque bien para que no se os tiñan los cakepops.

Y hasta aquí la entrada de enero y ya pensando en San Valentínnnn. Espero que os haya gustado y si probáis a hacerlo me encantaría ver vuestras fotos, así que etiquetadme en vuestras redes sociales. Hasta la próxima.
P.D.: Aquí os presento a los nuevos miembros de la familia.






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